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Llegado el momento de empezar a tener que planificar la distribución y decoración del dormitorio infantil para el bebé que está en camino se nos plantearán diferentes dudas respecto a cómo organizar la habitación, en especial, si el cuarto que vamos a dedicar al niño tiene un espacio reducido.

Es muy común designar la habitación más pequeña en la casa para el bebé, ya que sus necesidades serán mucho menores a las de otros niños o a las de los adultos, aunque también es posible que simplemente tengamos que optar por una habitación pequeña porque no tengamos más espacios. 

En estos casos, elegir los muebles adecuados y la distribución de estos puede ser todo un reto. Y es que tendremos que tener en cuenta con cuántos metros cuadrados cuenta la habitación y cuáles son los muebles esenciales que necesitamos, ya que quizás no podamos llevar a cabo la idea de decoración que tenemos en mente. 

En este artículo traemos algunos consejos esenciales para decorar una habitación de bebé pequeña con la intención de que aprendas a sacarle el máximo partido a este espacio para que tú y tu bebé os podáis sentir lo más cómodos posible en el dormitorio que lo verá crecer durante sus primeros años.

1 Usar una minicuna en lugar de una cuna

Todo el mundo sabe que la cuna es el elemento más esencial y la compra más importante que se deberá realizar a la hora de decorar una habitación infantil. Y es que esta cuna deberá ser lo más amplia, cómoda y resistente posible, ya que se convertirá en el nido de tu bebé durante sus primeros años de vida.

Sin embargo, si no se cuenta con el suficiente espacio como para comprar una cuna grande, también existe la opción de adquirir una minicuna o una cuna convertible, ya que estas tienen un tamaño más reducido, pero siguen cumpliendo con los estándares de seguridad y de confort mínimos para que tu niño esté resguardado.

Pues una minicuna dejará mucha más espacio libre para introducir otros elementos importantes y una cuna convertible será la opción más adecuada si necesita ahorrar tanto en espacio como en dinero, ya que está permitirá no solo incluir también una mini cómoda o un escritorio, sino transformarse más adelante en una pequeña cama para cuando el bebé se convierta en un infante.

2 Armarios empotrados

Esto es algo que no está al alcance de todos, ya que en parte depende de la construcción original de la casa; aunque siempre es posible adaptar un armario empotrado en nuestras paredes con una pequeña obra. Algo que resulta esencial para ahorrarnos espacio y aprovechar al máximo el alto y ancho para almacenar ropa y objetos esenciales. 

Y es que los bebés requieren de más espacio del que parece, pues será muy importante almacenar y tener a mano todos los objetos con los que se llevan a cabo sus cuidados básicos cómo pueden ser los pañales, la ropa, los productos de alimentación, los juguetes que vamos desechando y otros, y no existe mejor opción que un armario empotrado para evitar tenerlo todo a la vista y ocupando espacio.

Si tienes la oportunidad de elegir una habitación que contenga uno, o incluso de construirlo verás como esos metros son mucho más aprovechados convertidos en un armario empotrado.

3 Sillón extensible para ahorrarte la cama

Aunque esto no es algo realmente imprescindible, sí que es cierto que la mayoría de madres optan por incluir un sillón de lactancia dentro de la propia habitación del niño para permanecer en la seguridad de su propio cuarto mientras se lleva a cabo una de las tareas más importantes de su desarrollo.

Esto significa que la habitación necesitará de un hueco libre para acoplar este sillón, pero esto puede convertirse en un desafío si el espacio es demasiado reducido. Por ello, una opción muy interesante es la de optar por adquirir un sillón extensible que pueda convertirse también en una cama y, de este modo, conseguiremos utilizar ese espacio de forma híbrida.

Con esta idea podremos dejar el sillón para usarlo por la mañana mientras que también contaremos con la posibilidad de extenderlo en una pequeña cama individual para esas noches en las que queramos dormir con el niño, ahorrándonos así la compra de un mueble extra y muchísimo espacio.

4 Consigue una cómoda cambiador

El segundo elemento más significativo que tendrás que adquirir para la habitación del bebé será la cómoda o el cambiador para poder llevar a cabo la tarea de cambiarle el pañal a tu bebé. Será algo que realices numerosas veces al día y durante muchos años, por lo que es importante contar con un espacio propio y diseñado específicamente para ello.

Al tener una habitación con espacio reducido es posible que te sea complicado adquirir estas dos piezas de mobiliario por separado y para ello existen las cómodas cambiador que unifican estos dos muebles en uno, ahorrándonos así muchísimo sitio y facilitándonos la tarea del cambiado de pañal del niño.

Otra opción incluso mejor, si disponemos de espacio en el baño, será la de optar por comprar una bañera cambiador para incluirla en esa otra habitación, de modo que el cuarto del niño quedará todavía más despejado.

5 Espacio de almacenaje vertical en vez de horizontal

De una forma similar a lo que hemos comentado anteriormente respecto al armario empotrado, otra de las ideas más útiles en cuanto a esta ganancia de espacio es la de comprar muebles que aprovechen el espacio en vertical en lugar del horizontal.  

Esto es porque la mayoría de las veces todos los muebles ocupan a lo ancho y se nos olvida que podemos aprovechar espacios útiles como las paredes y comprar muebles que nos ayuden a ganar espacio a lo alto. Al final, muchas de las partes superiores de las habitaciones quedan desaprovechadas y, en ocasiones como estás donde el espacio libre puede contarse con cuentagotas, debemos utilizar hasta el último metro cuadrado.

Lo mejor que podemos hacer será comprar estanterías largas, baldas, percheros de pared o cubículos, en lugar de cestas o cajoneras, que colocar en las partes superiores de la habitación para así no tener que prescindir de adquirir otros muebles esenciales que colocar en las partes bajas de la habitación. De esta forma podremos disponer de mayor espacio del cuarto.

6 No sobrecargues el espacio

Cómo consejo final es muy habitual que, al empezar organizar por primera vez la habitación de nuestros bebés, queramos comprar de todo para que el niño esté lo mejor equipado posible. Sin embargo pronto nos daremos cuenta de que esto es uno de los errores más habituales en los padres primerizos, y es que cargar en exceso la habitación, sobre todo si esta es pequeña, puede crear una sensación de agobio que afecte al niño.

Lo más importante es adquirir lo necesario pero sin pasarnos, pues los bebés, al fin y al cabo, no comenzarán a ser más independientes hasta años después. Por lo que no debemos comprar objetos o juguetes que no vayan a ser utilizados todavía, pues esto nos restará espacio de almacenaje y sobrecargarán el espacio.

Una de las opciones más ideales es la de separar la habitación de juegos de la habitación de sueño, aunque quizás esto no sea posible en todas las casas. 

Por esto, resulta esencial no comprar cierto mobiliario, objetos decorativos o juguetes hasta pasados unos años cuando el niño comience a necesitarlos. Y, de este modo, veremos cómo comprando únicamente su cuna, su cómoda cambiador y el pequeño sillón de lactancia la habitación del bebé quedará totalmente amueblada y lista para ser aprovechada al máximo.